José, el héroe olvidado (Mt 1 y 2)

Muchos se olvidan de José, pero él fue un hombre extraordinario.

  • Amó y aceptó a María. En obediencia a Dios, entregó su justa reputación y su honor por ella y por el Niño. Estuvo dispuesto a entregar su vida en viajes por la sierra y el desierto, expuesto a los soldados del furioso rey Herodes el Grande.
  • Se preocupó por el Niño, corriendo de noche para proteger la vida del Niño. José mismo no estuvo en peligro; pero se metió en peligro al tomar al Niño y correr del dictador con el Niño bajo su cuidado.
  • Aceptó ignominia por el Niño al regresar a Nazaret, donde enfrentó las denuncias de los pobladores que creían que él era un hombre que no podía controlarse durante el año de espera entre el compromiso y el matrimonio con María.
  • Proveyó el hogar para la crianza de Jesús; le dio techo, casa, comida, trabajo, y la cobija de una familia sencilla y amorosa.

José no fue un religioso, escritor, ni hombre público, sino un sencillo obrero artesano. Pero Dios lo escogió, y José aceptó la tarea más grande que cualquier hombre en toda la tierra pudiera desear: ¡ser el padre adoptivo del Salvador del mundo!

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