El Sermón del monte: Introducción, con bosquejos

Aquí comienza el sermón más famoso y extenso de todas las prédicas del Señor Jesucristo. Llena tres capítulos, y rebosa de enormes y muy importantes temas que Jesús enseñó a sus discípulos y a las multitudes.

Por eso, campo de batalla ha sido el Sermón del monte, en dos sentidos:

  1. Diferentes escuelas de interpretación han luchado acerca de su composición y unidad, su significado, su relevancia, y su importancia.
  2. Cada individuo que lee detenidamente este sermón se siente achicado en su humanidad caída, y procura disculparse de, o eludir, las obligaciones y requisitos impuestos por Jesús. Parece que a veces los dos enfrentamientos se coinciden, y los acusados procuramos defendernos por medio de ideas extrañas acerca del contenido del sermón.

Pero a través de los siglos, este Sermón del monte se ha mantenido como la expresión más sublime sobre las relaciones humanas y los ideales del comportamiento humano. No tiene igual en el mundo entero.

Este sermón no es un simple código ético que pueda ser desligado de Jesús, como quisieron hacer Karl Marx y Mahatma Gandhi. En este sermón Jesús enfocaba el estilo de vida de los que desean ser sus discípulos.

Jesús dio vuelta a los valores de honor y vergüenza de su tiempo, y de todos los tiempos. Declara en este sermón lo que Él habló en Mt 20:16 y 23:12—los primeros serán postreros, y el que se enaltece será humillado. Enseñó que el honor que importa viene del Padre, no del vecino ni de otro humano.

La composición del Sermón del monte

Hemos notado que el Evangelio según Mateo no pretende ser cronológico (ver la información que comienzo el comentario sobre Mt 4:12-25). Mateo presentó su material en forma temática, y coleccionó ciertos temas y eventos que tenían un énfasis similar. Por ejemplo, vemos el llamamiento de Mateo en Mt 9:9, que parecería ser después de cuando Jesús presentó este sermón. Pero en el pasaje paralelo a Mt 5-7, que es Lucas 6, vemos a Mateo entre los seleccionados por Jesús para ser sus discípulos (Lc 6:12-16), antes que Jesús predicara el sermón (Lc 6:20-49). Concluimos que Mateo estuvo presente entre los que oían el Sermón del monte. En su Armonía de los Cuatro Evangelios, el muy renombrado experto, Dr. A. T. Robertson, opinó que el llamamiento de Mateo ocurrió antes del Sermón del monte.

Siendo levita (Mr 2:14-17 y Lc 5:27-32 le llaman por su otro nombre, Leví), Mateo sabía leer y escribir en hebreo, arameo, griego y posiblemente latín. El griego de Mateo es tan excelente que algunos creen que creció hablando el griego, y estudió en una escuela que se especializaba en la preparación de discursos en el griego (retórica). (Nota: el autor tiene un amigo, rabino judío, que en el seminario judío estudió en hebreo antiguo, hebreo litúrgico, hebreo moderno, inglés, arameo y yiddish [hebreo mezclado con alemán]. Es comprensible, entonces, que en el tiempo del Nuevo Testamento los levitas y sacerdotes conocieran varios idiomas.)

¿Cómo pudo Mateo recordar los detalles de un sermón tan largo y complejo?

  1. Por ser levita, Mateo fue entrenado para escuchar largas pláticas en la sinagoga y luego discutir en detalle los puntos claves. Además, el sermón no es tan largo, porque una persona puede leerlo todo en voz alto en algo como 20 a 25 minutos.
  2. Mateo había renunciado la vida religiosa cuando lo vemos por primera vez, habiéndose convertido en cobrador de impuestos para el imperio romano, y en ese oficio tenía que escribir notas rápidamente acerca de complicados asuntos económicos, para luego ampliar la información tal como lo escuchó.
  3. Puesto que Jesús era un predicador itinerante, es cierto que sus discípulos le escuchaban varias veces hablar estos temas en repetidas ocasiones. Cuando, entonces, Jesús predicó estos temas en el monte en forma completa y conectada, le era más fácil a Mateo anotar los temas porque los había oído en otras ocasiones.

En este sermón Jesús reunió la sustancia de sus muchas prédicas durante los 12 meses de ministerio galileo (ver el comentario sobre Mt 4:23). Bien podría ser que una gran parte de la multitud había previamente escuchado porciones de lo que aquí tenemos en Mt 5-7. ¡Pero ahora lo escucharon todo!

Algunos proponen que el sermón fue una colección de diferentes dichos de Jesús, declarados en distintos mensajes y lugares. Acusan al Sermón del monte de ser muy largo, con demasiados temas. Pero es una acusación falsa, hecha por personas del mundo occidental donde un sermón tiene que darse en menos de 20 minutos. En muchos países del mundo un mensaje es muy bien recibido si se extiende por dos horas o más. Mateo señaló el comienzo del sermón (Mt 5:1-2), y cuando terminó (Mt 7:28). Fue un solo sermón, dado en forma magistral por el Predicador Celestial. A veces, Jesús sanaba y enseñaba todo un día. ¡Jesús predicaba largos sermones, y la gente se agolpaba para oírle! (Mt 14:14-15; 15:32, etc.)

Esta es la “declaración oficial” de Jesús acerca de muchas cuestiones candentes en aquel tiempo y cultura. Es notable que estos temas son de interés internacional en todos los tiempos, incluyendo el nuestro.

Por ejemplo, Jesús predicó aquí acerca del adulterio y el divorcio (Mt 5:27-32). Tiempo después, quizá recordando lo que Él había dicho en el Sermón del monte, los fariseos discutieron con Jesús acerca del divorcio (Mt 19:3-12).

En su respuesta, y con palabras dichas hace 2.000 años, Jesús daba en el blanco a varias ardientes contiendas de hoy día:

  1. ¿Por cuánto tiempo debe durar un matrimonio?
  2. ¿Pueden personas casadas divorciarse por cualquier motivo?
  3. ¿Es el matrimonio entre personas de los dos sexos o puede el matrimonio ser entre personas del mismo sexo? (Jesús declaró que el matrimonio es sólo entre hombre y mujer [Mt 19:4-6].)
  4. ¿Hay lugar para un homosexual? (Jesús manifestó que un eunuco[homosexual] puede integrarse al reino de los cielos [Mt 19:12]; da por entendido que debe vivir en santidad y pureza según las leyes morales, como también deben vivir los heterosexuales.)

¿Por qué hay diferencias entre Mateo y Lucas?

Hay semejanzas, y diferencias, entre el Sermón del monte en Mateo (Mt 4:25-7:29) y Lucas (Lc 6:17-49). Esto nos lleva a ciertas reflexiones:

  1. Es bueno recordar que Mateo escribía para judíos y gentiles, mientras Lucas escribió principalmente para gentiles. Por lo tanto, Mateo incluye más material en el sermón que se aplicaba a las mentes judías, y Lucas enfatizó lo que se apelaría a sus lectores gentiles.
  2. El sitio donde Jesús dio el sermón no es tan diferente como algunos suponen. Mateo dice (Mt 5:1) que Jesús se sentó en “el monte”. La palabra griega (“oros”) puede también traducirse como “cerro” o “lugar alto”. Lucas observó (Lc 6:17) que Jesús “se detuvo (o se paró) con firmeza en un lugar definido y anivelado” (traducción literal). Las dos referencias se complementan: Jesús estuvo en un lugar anivelado del cerro, con la gente alrededor en las laderas del cerro.
  3. Los contextos en Mateo y Lucas parecen, a primera vista, a ser distintos el uno del otro. Mateo tiene el Sermón antes de la selección de los doce apóstoles (ver Mt 10:1-4), y Lucas tiene al Sermón después de la selección de los Doce (ver Lc 6:12-16). Varios estudiosos de los Evangelios comentan que Mateo ordenó su material para enfatizar las enseñanzas a la gente de Galilea en el principio del ministerio de Jesús (ver Mt 4:23). En cambio, Lucas optó por presentar su material en forma cronológica. Depende del objeto del escritor como ordena su material.
  4. Mateo se enfocó en el “reino de los cielos” más que Lucas, y por esto colocó este sermón, que detalla las características de los ciudadanos y las prácticas del reino, durante la época cuando Jesús estaba en los comienzos de su ministerio en Galilea (Mt 4:17).

La totalidad del sermón se presenta en Mateo 5-7, y porciones de él se hallan en distintos lugares de Lucas (Lc 6:17-49; 8:16; 11:1-4, 9-13; 14:34-35; 16:17-18). La razón por las porciones dispersadas en Lucas es que, como predicador ambulante, Jesús predicó cientos de veces, en diferentes lugares, y en cada lugar daba parte de su mensaje. Pero en “el monte”, como relata Mateo 5-7, Jesús desarrolló su mensaje completo sobre los principios del reino de los cielos. Antes, y después en su ministerio, Jesús hablaba porciones de este mensaje, según lo que se requería en cada situación.

“Aunque Lucas explica en parte las mismas bienaventuranzas, las bienaventuranzas en Mateo son más completas. Las de Lucas eran informales, mientras las de Mateo eran más completas y se dirigían explícitamente a los apóstoles. Uno que es pobre en espíritu y humilde de corazón es manso y no imagina cosas grandes para sí mismo. Solamente uno que se ha arrepentido y se ha hecho como un niño [Mt 18:3] es pobre en espíritu” (Autor desconocido, 400 d.C.; Obra Incompleta sobre Mateo).

El Sermón del monte constituye la base de lo que Jesús enseñó acerca del reino de los cielos. En varias ocasiones enseñó mucho sobre otras verdades: habló acerca de su muerte y resurrección (Mt 16:21; 17:9, 12, 22-23; 20:17-19; 21:37-39; 26:2, 12, 27-29, etc.), el nacimiento de arriba (Jn 3), su ministerio intercesor ante el Padre (Jn 15), y la obra crucial del Espíritu Santo (Jn 16), etc. Este Sermón del monte es grande, sublime y desafiante para todo creyente. Pero no nos detengamos sólo en este mensaje básico; progresemos hacia la plena madurez de que hablaron los apóstoles Pedro (2 P 1:3-8) y Pablo (Fil 2 y 3).

Repetidamente en este sermón Jesús contrasta “lo que es” con “lo que debe ser”. (1) Por un lado dice “han oído que se dijo . . .”, y declara “pero yo les digo . . .” (Mt 5:21-22, 27-28, 31-32, 33-34, 38-39, 43-44). (2) A la vez exige, “No sean como ellos [los hipócritas]” (ver Mt 6:1. 2, 5, 8, 16, etc.). Jesús predica aquí un estilo de vida que contrasta con los gentiles que no conocen a Dios, con los judíos confusos, y con los hipócritas religiosos. Los valores del Mesías son radicalmente diferentes de lo normal o lo común.

El sermón es cristocéntrico

  1. Jesús manifestó que sus seguidores serían perseguidos no sólo por causa de Dios ni sólo por causa de la Torá (los cinco libros de Moisés al comienzo de la Biblia, que son la máxima autoridad escrita para los judíos), sino por causa de Él (Mt 5:11). Él mismo sería la piedra de tropiezo (Mt 21:42 con 1 P 2:6-8). 
  2. Jesús se presentó como el Intérprete autoritario de la Torá, superando a todas las interpretaciones anteriores o actuales (Mt 5:22, 28, 32, 34, 39). Era seguro que Jesús entraría en conflicto con los escribas y maestros judíos. Ellos se consideraron más educados que Jesús, y se jactaban de ser reconocidos expertos en la ley.
  3. Jesús se colocó en un nivel que ningún intérprete de la ley podría ostentar: se puso en el nivel del Dador de la ley (Dios) (ver Mt 7:24-29). Jesús fue mucho más que un maestro de la ley; Él dio leyes y principios más profundos y más elevados que lo pronunciado en el Sinaí (Ex 20). Aquellas leyes tocaban a la conducta externa de una persona; Jesús mira al interior del corazón, de donde mana la conducta.
  4. Jesús se presentó como el Juez Final, aquel que decide los destinos eternos de hombres y mujeres, una función que los judíos reservaban sólo para Dios (ver Mt 7:21-23).

Constantemente Jesús habla de “vosotros/ustedes” en forma plural. Pero en secciones que requieren una decisión personal de obediencia, Jesús se dirige al oyente con “tu” en forma individual (Mt 5:23, 26, 29-30, 39-42; 6:2-4, 5-6, 17-18, 22-23; 7:3-5, etc.). Así nos enseña Jesús que el grupo de compañeros creyentes son importantes en la formación de una cultura cristocéntrica. A la vez, cada uno tiene que internar estas enseñanzas en su propio corazón para tomar personalmente las decisiones y acciones correctas.

Si se separase a los principios declarados en este sermón de la persona divina y de la obra redentora de Cristo, se llenaría el espíritu del oyente con desesperanza. Es porque separados de Cristo, este sermón denuncia en una persona las enormes fallas en su vida. Solamente con corazones, mentes y voluntades rescatados por la obra redentora y renovadora del Señor, que murió y resucitó por nosotros, podemos tener la esperanza de vivir en este alto nivel moral y espiritual.

Hay cuatro conceptos principales entre creyentes evangélicos acerca del Sermón del monte:

  • (A) Algunos consideran que este sermón fue una extensión más pura de la ley de Moisés, y fue predicado hacia los judíos que no creían en Jesús.
  • (B) Otros piensan que el sermón anunciaba una ética para los seguidores de Jesús, con partes para individuos, y otras partes que requieren un proceso político, en un evangelio social.
  • (C) Hay quienes creen que las muy altas enseñanzas del Sermón del monte actúan como la ley—cuando no cumplimos los requisitos estamos persuadidos de nuestra pecaminosidad, y miramos hacia la cruz para salvación.
  • (D) Y somos muchos los que vemos al sermón como dice punto (C) arriba, y a la vez anuncia instrucciones en la ética personal y comunitaria de los seguidores de Jesús, siendo convencidos por los puntos tan prácticos del sermón acerca de cómo debemos re-ordenar el ser interior para vivir como Jesús desea. Queremos tomar los valores del sermón y hacerlos nuestros lo más que podamos, deseando ferverosamente el día cuando estos valores serán perfeccionados en nosotros al venir Jesús la segunda vez, y el reino será perfecto y realizado (Mt 6:10).

Algunos comentaristas liberales opinan que Jesús tomó dichos de famosos rabinos y los usó como suyos en el Sermón del monte. Más bien, es más fácil ver que las enseñanzas de Jesús eran tan famosas y extendidas que rabinos judíos adaptaban lo que habló Jesús y lo usaron como si fuese de ellos. Jesús dio este sermón cerca del año 28 d.C. Muchos discípulos aprendieron de memoria largas porciones de lo que Jesús enseñó, y las repetían a otros. También muchos escribían las prédicas de Jesús y las repartían (Lc 1:1-4). En ese entonces, los judíos tenían la Biblia Hebrea escrita (el Antiguo Testamento), pero los comentarios y opiniones de los rabinos no estaban escritos; sus discípulos los aprendían de memoria, y así fue por siglos, que recordaban sólo por memoria, sin notas escritas.

La Mishná, con tradiciones de rabinos que vivían siglos antes, se escribió cerca de 200 d.C. La Tosefta, con comentarios supleméntales de antiguos rabinos, se escribió alrededor de 300 d.C. El Talmud de Jerusalén se escribió cerca de 500 d.C., y el Talmud de Babilonia en 600 d.C. Durante este lapso de tiempo, desde 28 d.C. hasta 200 d.C. o 600 d.C., las palabras de Jesús corrían por todo el mundo conocido y los judíos las escuchaban repetidas veces de creyentes cristianos. Es muy evidente que, para combatir a los cristianos, los rabinos adaptaran algunas enseñanzas de Jesús para incluirlas en sus propios comentarios y escritos, sin darle crédito a Él.

Escribió H. A. Ironside, un famoso predicador dispensacionalista, “Discernimos aquí las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo (1 Ti 6:3), que no osamos desobedecer . . .  A pesar de que nuestra ciudadanía está en los cielos (Fil 3:20), tenemos responsabilidades terrenales, y están definidas para nosotros en este el sermón más sublime sobre la conducta humana. Estos principios deben guiar la vida de todos aquellos que profesan ser sus discípulos”.

Michael Green, teólogo anglicano, declaró, “El Sermón del monte es el diamante que más brilla en la corona de las enseñanzas de Jesús. Presenta el ahora y el futuro del reino de los cielos. Coloca la meta para los seguidores de Jesús en todas las edades, aunque será realizado por completo sólo cuando regresa el Rey en poder”.

Daniel Webster, renombrado político y orador, dio testimonio en la lápida de su tumba con estas palabras: “Mi corazón siempre me ha asegurado y reafirmado que el Evangelio de Jesucristo tiene que ser una realidad divina. El Sermón del monte no puede ser solamente un producto humano”.

Mateo: El manual para los discípulos

Los cinco discursos de Jesús en Mateo son un “manual del discipulado”, que revelan los puntos más importantes en la mente y la vida de un discípulo del Señor. Son dirigidos a cada cristiano, para que crezcamos en la práctica diaria de la vida espiritual. Durante la historia de la iglesia, el Evangelio según Mateo ha sido la base para instruir a los nuevos en como seguir a Jesús.

Mateo preservó cinco grandes sermones de Jesús con sus instrucciones esenciales:

  • Los discípulos y LA VIDA DEL REINO (Mt 5-7). Explica cómo vivir en forma radical e íntegro delante de Dios, de los hermanos, y del mundo.
  • Los discípulos y LA MISIÓN (Mt 10). Describe como los discípulos han de salir y predicar el reino de Dios en un mundo que muchas veces les es hostil.
  • Los discípulos CLANDESTINOS EN EL MUNDO (Mt 13). Con parábolas, Jesús instruyó como sus seguidores han de perseverar, manteniendo la vida del reino en situaciones contrarias a la práctica abierta de su fe.
  • Los discípulos EN COMUNIDADES DE FE (Mt 18). Manifiesta como los discípulos deben vivir en comunidades (iglesias) humildes, puras, responsables, perdonadoras y reconciliadoras.
  • Los discípulos deben ESPERAR LA VENIDA DE JESÚS (Mt 24-25). Jesús aclara como sus discípulos han de vivir en relación con Dios, el uno con el otro, y delante del mundo mientras preservan la viva esperanza de su regreso.

Algunos hablan de los cinco libros que escribió Moisés (Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio), y los cinco muy importantes sermones de Jesús en el Evangelio según Mateo. Entre los seguidores de Cristo, los cinco libros (discursos) de Jesús en Mateo reflejaron y superaron a los cinco libros de Moisés.

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