Y tú, Belén, “de ninguna manera eres menor” (pequeño)—traducción directa del griego. Jesús atendió a muchos “menores,” personas que eran consideradas de pequeña importancia para los poderosos. Todos los casos que siguen están en el Evangelio según Mateo:
- 4:23-24—personas con enfermedades y dolencias, atormentados, endemoniados, lunáticos, paralíticos
- 8:1-4—leproso (lepra física y espiritual/social; los rechazados)
- 8:6, 13—un siervo
- 8:14-15—la suegra
- 8:28-32—endemoniados (que eran rechazados por los pobladores)
- 9:2-8—paralítico
- 9:9—publicano; aborrecido cobrador de impuestos para el imperio romano
- 9:18, 23-25—una muchacha muerta
- 9:20-22—una mujer desahuciada
- 9:27-30—dos ciegos
- 9:32-33—endemoniado mudo
- 14:13-21—pueblo pobre y hambriento
- 15:22-28—mujer cananea, extranjera
- 18:1-6—un niño pequeño
Cualquier sea la situación que te haga sentirte “menor o pequeño”, debes saber que Jesús vino por los menores y los pequeños—los ama y está listo para bendecirlos y ayudarlos.